El cuidado de las uñas es mucho más que ponerles esmalte de lindos colores y adornarlas con chispas brillantes. A continuación te ofrecemos nuestros tips para el cuidado de las uñas.
Unas uñas largas, pintadas de rojo oscuro, pueden decir mucho de ti. Por ejemplo, que eres seductora y sensual.
Si te las pintas de un naranja vivo, dirán que eres alegre. El azul cielo hablará de tus sueños y aspiraciones.
¿Un vino tino o una uva oscura te harán misteriosa? Podría ser. Los colores siempre hablarán de ti. Los llevas en tus prendas de vestir, en tu pelo, en tus zapatos.
¿Pero qué dicen tu piel y tu cuerpo cuando no los cubres?
¿Qué tienen que decir tus uñas cuando desaparecen las capas de barniz?
Tal vez las tengas resecas y cuarteadas. Algunas veces notas que se ponen amarillentas o que tienen puntos blancos.
Tampoco te gustan esos cueritos sueltos alrededor de tus cutículas. Por eso las pintas todos los días, las cubres y recubres con esmaltes y brillos.
Cuando las uñas “hablan” es mejor escucharlas. Si las encuentras pálidas, de un amarillo extraño o veteadas de blanco, es probable que estés experimentando alguna afección.
¿Fumas mucho? Las uñas amarillas no solo se deben a las manchas de nicotina.
Muchas veces se relacionan con la diabetes o con enfermedades pulmonares.
Se te parten fácilmente; basta con lavar un vaso o sacar las llaves de la cartera para que se dividan y cuarteen. Entonces recurres al endurecedor; capas y capas… Por un tiempo dejan de romperse, pero en el fondo el problema persiste. Esto se debe a que muchas veces la debilidad de las uñas responde a deficiencias nutricionales que deben resolverse por otras vías, más allá de la cosmética tradicional.
Pero no te aflijas. Todas estas cosas se pueden resolver. Sólo visita regularmente a tu médico y sigue nuestros tips para el cuidado de las uñas.
A la par de una buena alimentación rica en proteínas, minerales y vitaminas (hierro, vitaminas A, y B, zinc…), debes tener en cuenta ciertas cosas a la hora del glamour: los barnices tradicionales suelen tener químicos como la acetona y el formol, que resultan fatales para la salud de las uñas y la piel alrededor de ellas. Son la causa más frecuente de resequedad y debilitamiento.
Siempre que puedas, trata de leer la etiqueta de los productos que vayas a comprar para confirmar que no tienen demasiados químicos. Ya sabemos: es tan difícil resistirse a los frasquitos de colores intensos y llenos de chispitas vibrantes… ¿A quién no le gusta lucir coqueta y hermosa todos los días? Está bien.
Otros tips
Para que contrarrestes los efectos de esos caprichos inevitables, te traemos otros tips para el cuidado de las uñas:
- Siempre que uses barniz y quita esmaltes, procura que este último no contenga acetona, que es un químico corrosivo que reseca y cuartea. Luego aplícate una crema humectante con urea para hidratar y devolverle la suavidad a las cutículas.
- Fíjate que el cuidado de una parte de tu cuerpo siempre implica el cuidado de otra: mientras te estés aplicando la crema humectante en las manos, puedes dedicar una parte del masaje a las cutículas y las uñas.
- Para completar el proceso de cuidado te recomendamos usar un revitalizante especial para las uñas. Puedes confiar en nuestro Revitalizante para uñas Ropim con lecitina y vitamina E.
- Algo muy importante que debes saber es que no todos los revitalizantes son iguales. Algunos tienen mayor poder de penetración que otros. Esto depende mucho de las cualidades de los componentes y su afinidad con las células de las uñas. Si esta afinidad es óptima, la máxima penetración lleva los ingredientes esenciales más allá de la superficie, haciendo que tus uñas adquieran fortaleza y brillo natural.
¡Ya puedes decirle adiós a los endurecedores tradicionales con sus químicos corrosivos! Además, la lecitina es un antioxidante natural que ayuda en la regeneración de las uñas.
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